Cómo enfrentar el estrés en tiempos de incertidumbre
En tiempos difíciles donde existe mucha incertidumbre económica o social, es común que las personas comenten sentirse estresadas.
Pero, ¿qué es el estrés del que todo el mundo habla?
El estrés es una reacción normal del cuerpo ante cualquier tipo de situación que se perciba como amenaza. Esta reacción ayuda a preparar al cuerpo para hacerle frente a la situación amenazante. En tiempos prehistóricos, las situaciones amenazantes eran las que ponían en peligro la vida de las personas. Hoy en día, esto ha cambiado.
Aunque el estrés puede ser útil en situaciones puntuales, cuando se siente de manera constante se convierte en un problema. Por ejemplo, ¿te ha pasado que después de un día lleno de pendientes en el trabajo o de recibir noticias preocupantes, sientes que el corazón te late más rápido y la cabeza no para de dar vueltas? Esa es la respuesta natural de tu cuerpo, tratando de enfrentarse a lo que percibe como un reto o una amenaza. Aunque es normal sentirlo de vez en cuando, cuando esta sensación se vuelve crónica, puede afectar nuestra salud física y mental.
¿Qué hacer cuándo el estrés es demasiado?
Antes que nada es importante aclarar que cada persona tiene su propio umbral al estrés. Es decir, que cada persona tiene distinto “aguante” ante el estrés. Por ejemplo: una persona puede sentirse muy estresada porque se enteró que habrá recorte de personal en su empresa, mientras que otra persona ante la misma situación no se siente tan mal. Por esa razón es fundamental que aprendamos a reconocer las señales en nuestro propio cuerpo, puesto que el estrés no está dado tanto por las circunstancias sino por cómo las percibimos.
Una de las primeras cosas que podemos hacer es reconocer cuándo el estrés está fuera de control. A veces, intentamos ignorarlo o minimizarlo, pero el cuerpo siempre encuentra una forma de avisarnos cuando algo no está bien.
Aquí hay algunas estrategias que pueden ayudar a manejar el estrés de manera efectiva:
Hacer ejercicio. Si, ya sé. Todo el mundo habla de la importancia de hacer ejercicio y probablemente ya hasta estés cansado de leerlo. Pero es verdad, solo que en términos del estrés debemos de ser cuidadosos de tampoco excedernos con el ejercicio que hagamos porque se produce mucho más cortisol que es la hormona del estrés. Entonces, escucha a tu cuerpo.
Descanso de la tecnología: Al final del día, es común que queramos apagar nuestro cerebro y relajarnos viendo redes sociales o videos. Sin embargo, a veces, en lugar de desconectar, esto puede acelerar nuestros pensamientos y llevarnos justo a esos lugares que nos llenan de ansiedad. Alejarse un rato de la tecnología puede darle un respiro a la mente y ayudarnos a reconectar con el presente.
Hablar con alguien de confianza: Conversar con amigos o familiares puede proporcionar alivio emocional y nuevas perspectivas. Pero es importante también que elijamos a las personas correctas para hacerlo. En otra entrada hablaré sobre nutrir las relaciones correctas.
Practicar técnicas de relajación: La respiración profunda, la meditación o el yoga pueden ayudar a calmar el sistema nervioso. Algunas de estas técnicas requieren aprenderlas de manera guiada para que realmente sean efectivas. Yo creé un curso en línea de manejo de estrés junto con Arancione porque contar con orientación profesional marca una gran diferencia al implementar estas prácticas. Te animo a buscar opciones similares si quieres profundizar en el manejo del estrés.
Cuándo es hora de buscar ayuda profesional
Si bien estas estrategias pueden ayudar a corto plazo, hay momentos en que el estrés persiste o se vuelve abrumador. Si notas que interfiere significativamente con tu vida diaria, puede ser el momento de hablar con un profesional. Los psiquiatras están capacitados para ofrecer apoyo personalizado y, en algunos casos, tratamiento médico que puede marcar la diferencia en el manejo del estrés crónico.
No hay razón para enfrentar el estrés en solitario. Buscar ayuda es un paso importante hacia el bienestar emocional y la recuperación.